martes, 8 de marzo de 2011

¿Qué te están haciendo México?

Sobre lo ocurrido durante una mesa redonda 

Ten precaución para no pisar al compañero que se ha sentado en la escalera. Mira, ahí hay un lugar todavía. Es la 1: 15 pm y tú llegas justo a tiempo a la Facultad de Derecho. Un integrante de El Tribuno Popular va dejando caer sobre el recinto una introducción que desviste algunos conceptos pertinentes, Hegel. Carl Schmitt.
La voz de Enrique González Ruiz deambula por el auditorio Mario de la Cueva. “Lo nuevo, es el nivel que ha alcanzado la descomposición social”. Degradación institucional. Retenes de la milicia, Policía Federal y narcos vulneran la vida política y jurídica del país. Aberrante realidad.  
¿Estado de excepción en México? Implicaciones jurídico sociales de la "guerra contra el narcotráfico"  es el tema a discutir aquí.
Emerge la primera conclusión de la mesa redonda: No tenemos un Estado de Derecho. Las palabras del académico te han hecho reflexionar, las leyes no debieran servir para oprimir de esta manera, tenemos otra opción: usar el “Derecho como un instrumento liberador” para armonizar la vida de los ciudadanos, donde “las autoridades  manden obedeciendo”. 

Aplausos derramados  e inicia otra ponencia. Galardonada con el Premio Nacional de Derechos Humanos Don Sergio Méndez Arceo por su trabajo en el bufete Tierra y Libertad, la Lic. Bárbara Zamora se refiere a un “sistema político de muerte”, que se ataca a sí mismo, a la sociedad civil.
Sus frases van dibujando el acontecer mexicano. La erradicación de la política como mediador entre Estado y sociedad, no hay gobernantes, más bien tenemos administradores de bienes, que usan población y riquezas para su beneficio personal.
El término sociedad es borrado y encima de éste se escribe banda de delincuentes, criminales, terroristas: enemigos del Estado y subordinados ante él, pues se oponen a su administración y dictados. “La amalgama entre enemigo y criminal ocurre”.
 Cuando la dominación es a través de la violencia pura, la frontera entre ésta y el Derecho se borra por completo. Tenemos que “lo ilegal se vuelve cotidiano, y se permite” en este fuero de guerra.  “¿En México nos estamos encaminando a un Estado de excepción permanente? ¿Al fracaso total de la política?”.
Están pasando una lista: nombre, correo y escuela de procedencia. Te registras y adviertes que han venido estudiantes de Filosofía, Ciencias Políticas, Trabajo Social, Economía, algunos de la UAM, de la UACM; también del Comité Cerezo. No sabes de dónde más, porque seguro hay más.


Pietro Ameglio, académico de la Facultad de Filosofía y Letras, fundador y miembro del Servicio Paz y Justicia nos remite hacia la importancia de una “reflexión moral, material, epistémica […] es la primer arma que tenemos”. El volumen de sus palabras se incrementa estando ante el micrófono.
Estar aquí es un modo de romper el encierro con temas tabú, pero no basta, es necesario “luchar por poder caminar en la calle de mi casa, que no me maten, que no me levanten.” Lo que existe en las ciudades encharcadas de violencia no es miedo, es terror, según Pietro.
Porque el miedo nos orilla a pensar, el terror paraliza. Aceptemos que vivimos en territorios del “nuevo monopolio de la guerra capitalista: la droga, […] la siembra de la inseguridad es el negocio, la paz armada”.  Pasemos de una etapa de solidaridad a una de lucha, esa es la invitación.
Y el proceso social atraviesa todas las clases sociales. “No ejercemos con nuestro cuerpo una acción de ese poder que tenemos pero que el orden social oculta, es decir, organizándonos.” Y firmeza, constancia, si no, no es posible. “Hay que meter el cuerpo en la calle.”
A través de este activista, la resistencia civil se materializa, sonríe y te extiende la mano, sugiriendo que formes parte de la reserva moral de México. Ahora nutres este diálogo ciudadano-ciudadano. Entonces, Francisco Gallardo toma la palabra.

El silencio se queda a un lado y unas dosis de ironía se asoman. El General Brigadier nos sitúa ante el fuero de la milicia: la no intromisión de autoridades civiles en asuntos militares. Pero el ejército tampoco tendría que intervenir de esta manera en asuntos políticos, en seguridad pública.
Estados Unidos, como fundador del nuevo orden mundial y en esa apropiación política, económica y cultural, toma a la iniciativa Mérida como maniobra disfrazada de la lucha contra terrorismo, droga, armas y caos; usando una “doctrina de shock, que tiene por objeto inhibir protesta social a través del terror”.
El fin es tomar los recursos energéticos de México. ¿Por qué Felipe Calderón saca el ejército a las calles y declara una guerra contra las drogas? “La Corte Penal Internacional en el Estatuto de Roma, Art. 7°, dicta que si un funcionario hace una declaratoria para exterminar a un grupo dentro su territorio, comete crimen de lesa humanidad.”
“El ejército debe estar en sus cuarteles preparándose para la defensa nacional”, según el Art. 1° fracción 1° de la Ley orgánica del Ejército y Fuerza Aérea Mexicana. Gallardo nos explica que podemos llevar a juicio a Calderón ante la Corte Penal Internacional.
Su humor negro te hace gracia.“Pero tenemos que estar muy pendientes, porque vamos a ser perseguidos, ejecutados, y no solo nosotros, sino nuestra familia, y además, nos pueden quemar la casa”. Revolotean las risas entre los oyentes. 
¿Luchar contra las drogas? “El fin de esa declaratoria es legitimarse ante el poder” por parte de Calderón.  El resultado de las acciones del ejecutivo ha sido un colapso de la defensa nacional. “Estados Unidos ya está en México, pero quieren estar abiertamente.” 


Observas varias manos levantadas durante la ronda de preguntas. Algunas  se llevan su reflexión en el bolsillo, hace falta tiempo para escucharlas todas. Comentarios de los ponentes. La puesta en común va apaciguándose y es mejor esperar a que salgan más personas del auditorio antes de asomarte a la puerta.
Casi las 4:00 pm, el moderador del Tribuno Popular agradece la asistencia de los presentes. El espacio académico se vacía poco a poco y el compañero de la escalera ya se ha movido, puedes pasar hacia la salida. Te llevas algunas notas sobre el tema y una tarde de reflexión: ¿Qué te están haciendo México? ¿Por qué lo permitimos?