domingo, 12 de febrero de 2012

Tribunales éticos: Hacia una justicia diferente


El 21 de octubre de 2011 se entregó la petitoria formal al Tribunal Permanente de los Pueblos, tribunal ético internacional que aceptó abrir un expediente relativo a las violaciones de derechos humanos en México, a partir de audiencias especializadas sobre distintos temas como la devastación ambiental y los derechos de los pueblos [1].

El Tribuno Popular de la Facultad de Derecho de la UNAM, se suma al proceso de construcción y desarrollo del Tribunal Permanente de los Pueblos Capítulo México, colaborando con juristas críticos, académicos, además de cientos de organizaciones sociales y de derechos humanos. Invitamos a la comunidad universitaria, en especial a los estudiantes de Derecho a sumarse a los trabajos de El Tribuno Popular en el Tribunal Permanente de los Pueblos, contáctanos al correo eltribunopopular@gmail.com o a través del facebook El Tribuno.

¿Qué son los tribunales éticos?

Son una instancia internacional independiente de cualquier gobierno u organismo oficial o privado, establecidos para coadyuvar en la solución de violaciones graves a los derechos humanos, mediante el conocimiento, juicio y condena de hechos cometidos en perjuicio de los pueblos y el medio ambiente. Estos tribunales, representan nuevos escenarios civiles de la justicia, donde las clases subalternas se manifiestan por el respeto de sus derechos fundamentales, individuales y colectivos, luego de formular una argumentación jurídica.

Carecen de jurisdicción en sentido estatal, pues su conformación no deriva de algún mandato de autoridad conferida por el Estado. Por lo tanto, sus resoluciones no son vinculantes o de observancia obligatoria para los gobiernos, sino que dichas resoluciones constituyen sanciones políticas y morales, cuya legitimidad se basa en el reconocimiento que hagan los diferentes sectores sociales como una instancia jurisdiccional y cuyo sustento se encuentra en la calidad intelectual y moral del jurado del tribunal. Como tribunales éticos, se apoyan en la fuerza de la condena moral y en la movilización ciudadana para defender los derechos humanos en todo el planeta tierra.

Los tribunales éticos también se encargan de evidenciar la crisis de los sistemas jurídicos establecidos en los diversos Estados del mundo, cuyas consecuencias se reflejan en las violaciones sistemáticas a los derechos humanos, expresadas en la devastación ambiental, el despojo de tierras y territorios a los pueblos, ejecuciones extrajudiciales, desplazamiento forzado de grupos sociales, falta de acceso a la educación y a la justicia, entre otras. Lo anterior, aunado a un modelo económico de producción en donde el lucro se encuentra por encima de la solidaridad y la justicia.

El Tribunal Permanente de los Pueblos

Sus antecedentes datan de noviembre de 1966 cuando Bertrand Russell, escritor reconocido por su activismo social, secundado por Jean-Paul Sartre, también literato y activista político, constituyeron el Tribunal Internacional sobre Crímenes de Guerra o Tribunal Russell-Sartre, cuyo objeto era la investigación, documentación y condena de los crímenes de guerra que Estados Unidos hacía en contra de la República Socialista de Vietnam.

Fue en 1979, en Bolonia, Italia, que la idea de que el Tribunal fuera permanente se concretizó, tomando el nombre de Tribunal Permanente de los Pueblos. Éste, adoptó la función de hacer visibles y calificar en términos de derecho aquellas situaciones en las que se denuncian crímenes de lesa humanidad. Es el único tribunal ético sesionando que tiene capacidad para juzgar una amplia gama de violaciones a los derechos humanos, por ejemplo los correspondientes a los campesinos, trabajadores, migrantes, mujeres, comunicadores y pueblos indígenas.


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1. Para mayores detalles sobre los siete ejes temáticos consultar: www.tppmexico.org.